Autorretratos llenos de purpurina

¡Buenos días, winteros!

¿Qué tal está yendo la semana? Espero que el comienzo del curso haya empezado bien, que os hayan ido chachi los exámenes de recuperación/selectividad o que esteis disfrutando de los últimos días de vacaciones antes del trabajo/universidad. Yo estoy a tope haciendo cosas que me gustan, echando curriculums y demás. ¡Ah! si aún estáis indecisos con la agenda para este año, podéis descargar gratis la que hice este año pinchando aquí.

El otro día, en un rato que tuve libre se me vino a la cabeza unas fotos que quería hacerme. De hecho, tenía muchas ganas de hacérmelas desde hace bastante pero hasta el otro día no me vi con la suficiente inspiración como para pintarme y coger la cámara. Estoy gratamente sorprendida porque es cierto que cuantas más fotos se haga uno mismo, más suelto está. El otro día vi los primeros autorretratos que me hice y creo que los de ahora son algo mejor. Os dejo aquí abajo las últimas fotos que me hice y que espero repetir pronto. Enjoy it!

¿Qué os parecen? Tengo dos favoritas, una es la que estoy soplándole a la brillantina que sale la foto borrosa y la otra la que salgo tapándome la boca con la mano. Me ha gustado muchísimo esta sesión de fotos, al igual que la anterior que me hice ya que parece que me siento más cómoda cuando tengo la cara manchada [sí, la anterior tenía la cara llena de negro]. Además me han hablado un par de amigas mías pidiéndome fotos así porque le han encantado.

Si os animáis a hacer fotos así ya sea a vosotros mismos o a otras personas me gustaría verlas porque parecen que tienen magia ¿verdad?

¡Feliz miércoles, corazones!